lunes, 10 de noviembre de 2008

Media inglesa

Gris el partido de ayer del Sevilla frente a un equipo cerrado atrás pero al que se le debería haber ganado con mayor facilidad.

El planteamiento táctico fue el mismo que en UEFA, y de nuevo se vio la debilidad física del centro del campo. Sin sorpresas, el equipo fue lento, débil y sobre todo muy previsible en su juego.

El resultado fue una primera parte horrible en el que ni pude cantar un ¡uy! Y levantarme de mi asiento... Confirmo mi teoría de que los técnicos aun no se han enterado del problema de no tener presencia física en el medio del campo contra equipos que se encierran y muerden.

En la segunda parte cierta mejoría, Renato a su posición natural de medio centro, Navas dándo más movilidad a la media punta y más trabajo a los defensas (¿se enterarían por fin?) y Capel haciendo lo que sabe hacer, entrar por banda o en diagonales.

Mejora del juego pero terminamos como siempre, sin pulmones y sin ideas para frenar a un equipo que sin hacer nada del otro mundo estuvo a punto de llevarse un premio en forma de punto.

En resumen, se notó la vuelta de Kanouté, bendita sea su calva, se mejoró la imagen en ciertos momentos de la segunda parte y, sobre todo, nos llevamos los tres puntos. A seguir trabajando.

Como ya he dicho en alguna ocasión, creo que el pasado está para aprender pero no para revivirlo, y si algo hemos aprendido en el pasado de los tiempos difíciles es el paso a paso, la filosofía de Caparrós que nos llevó a ilusionarnos con llegar a Europa.

Y en eso es lo que tenemos que pensar ahora, tres puntos, paso a paso y a mirar al próximo partido, que cada partido es diferente y siempre se puede mejorar. Siempre pensando en ganar o ganar, sí o sí, en eso sí que cambiamos respecto al pasado.

Teniendo eso en cuenta veremos que el Sevilla ha sumado tres puntos más y ya van veinte en diez partidos, eso nos da una media de dos puntos por partido, la famosa media inglesa que suele dar títulos en condiciones normales.

No digo que el Sevilla vaya a ganar la liga, no seamos locos, pero sí digo que podemos pensar en el siguiente partido con la conciencia tranquila de los deberes hechos.

Si además vamos viendo el final al tunel de lesiones, con Kanouté, Capel, Mosquera, y pronto Acosta y Chevantón, creo que podemos pensar en que con ellos volverá la estabilidad al grupo y la variedad de opciones de juego será la clave del éxito del equipo. Como era en un principio.

Gris juego, como el cielo de Inglaterra, pero también con su famosa media... ¿recordais el abonate a soñar? Que no decaiga.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Sin aire

Partido para olvidar en la noche europea de ayer en Bélgica. Ni el frío de esos países en esta época del año nos dejó tan helados como la derrota del Sevilla en un partido desastroso.

Toda la ilusión que se tenía en este encuentro se difuminó a los pocos minutos cuando empezó a empujar el rival. La superioridad física y táctica parecía abismal, mucho más de lo que realmente debería ser, no se llegaba a ningún balón en velocidad, no se daban más de dos pases seguidos y no se conseguía abrir ningún hueco en el muro que parecía ser el contrario.

Y por la otra parte empujaban sin cesar, acorralando al Sevilla en su campo durante muchos minutos seguidos y haciéndonos jugar al pase largo para poder alejar el balón de la portería de Palop.

Cuando a un boxeador le golpean una y otra vez en la parte central del cuerpo se dice que le castigan la línea de flotación, dejándolo sin aire y haciendo más lentos y limitados sus movimientos.

Ayer el Sevilla apareció con una línea de flotación muy poco cubierta y sin pegada, por lo que los golpes que recibía una y otra vez le dejaban completamente sin aire.

Esto traducido al fútbol es un centro del campo con poco aguante, Romaric, qué desperdicio de físico, no empuja y Maresca y Renato nunca lo han hecho, ni es su trabajo. Y si a esto le sumas que sólo contábamos con un delantero, el equipo se queda a expensas de un golpe de fortuna o una genialidad desde la banda.

Cuando falta físico en el medio campo, hay que contrarrestar con pegada arriba. De lo contrario los defensas se comen al único delantero y tienen recorrido de sobra para tapar al centro del campo que, a la vez ya es superado por sus mismos centrocampistas de más físico que los nuestros. Lo que es una comilona...

Hoy en día el Sevilla puede jugar perfectamente con un sólo delantero siempre y cuando haya un pivote que fije el centro del campo, llámese Duscher o Fazio (si es que está espabilado), dándole mayor libertad a los medios como Maresca, Romaric o Renato para crear entre los dos que jueguen y enlazar con el punta.

De faltar ese pivote hay que empujar arriba con dos delanteros, aunque uno tenga 18 años y juegue en el Sevilla Juvenil, que fijando a los defensas dejen esa pelea en el medio campo en igualdad de condiciones donde la calidad o el juego por bandas sí puede hacer inclinar la balanza de nuestro lado.

Si a esto le sumas que ayer la banda izquierda tenía un Adriano al sesenta por ciento, tenemos como resultado dos tiros a puerta casi sin peligro en todo el partido. Un fiasco de planteamiento. No me gusta jugar a técnico, pero parece que a los profesionales del Sevilla tampoco, porque la falta de pegada de Valladolid no la han asumido aun.

¿Las lesiones? El equipo titular de ayer lo querría cualquier equipo de primera división. Que no haya banquillo debido a esto, es otra cosa. Pero la primera parte fue la más triste y no creo que ya estuvieran cansados.

Ayer al Sevilla lo dejaron sin aire y le ganaron por K.O.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Jornada de reflexión

Nueva derrota en liga, segunda derrota consecutiva en esta competición y tercera si contamos el encuentro copero del miércoles.

Qué mal sabe la derrota en estas circunstancias, venciendo claramente un partido con un juego rápido y contundente, como nos gusta ver al Sevilla fuera de casa. Pero de treinta minutos.

Duró lo que tardó el árbitro en expulsar a nuestra referencia arriba. Luis Fabiano le puso en bandeja la segunda tarjeta amarilla a un árbitro que cuenta sus partidos al Sevilla por expulsiones.

Se le nota en la cara, desprende odio hacia nuestro escudo, no habla nunca con nadie que lleve nuestra camiseta, no mira a los ojos a los jugadores, no tiene piedad en sacar tarjetas amarillas por todo y a todos y siempre se hace protagonista del partido influyendo en gran medida en el transcurso del mismo.

Con esto no quiero poner la excusa del árbitro para justificar la derrota. Para nada. Quiero que hagamos una reflexión sobre todos los aspectos a los que salpica esta derrota. Que son varios.

Un árbitro profesional no expulsa a un jugador por perder tiempo en una jugada en el minuto veinte y luego por tirarse en una jugada dudosa diez minutos después. Eso es ir a cazar al jugador, al equipo y a la afición.

Si Luis Fabiano se tiró sabiendo que tenía una tarjeta amarilla, hay que hablar con él y hacerle ver que así lo único que consigue es que se dude de su profesionalidad.

Personalmente pienso que a mil revoluciones, un delantero en el área cuando siente el mínimo contacto sabe que puede ser penalti y se deja caer. Así es el fútbol y así hemos hecho que sea actualmente.

Un equipo, sea con diez jugadores o con once, no puede permitirse jugar sin un delantero como referencia arriba durante una hora. No me vale decir que no había recambio porque, que yo sepa, había un chico de la cantera en el banquillo que juega en la división de plata nacional. Si está convocado es para jugar, no para darle cinco minutos al final con todo perdido.

El Sevilla ayer jugó durante mucho tiempo sin banda izquierda y sin delantero arriba, dándole por tanto más de medio campo de ventaja al rival. Es absurdo, con diez jugadores se puede presionar igual que con once. Se puede renunciar a una banda en estos casos, pero nunca a un delantero. Incompresible por parte del técnico.

Por último, este árbitro no es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que se la juega al Sevilla. El presidente tiene mucha facilidad para hablar y presumir y poner de manifiesto la grandeza del club. Pero hay un límite en el tema arbitral y hay que utilizar esas palabras para este tema también.

Y si Madrid, Barcelona y Atlético han vetado públicamente, en varias ocasiones, a algunos árbitros que curiosamente no se han vuelto a ver en sus partidos, nuestro presidente debe utilizar esa facilidad verbal para que todo el mundo sepa de qué pie cojea ese personaje vestido de árbitro. Llegando hasta donde haya que llegar, pero que no lo veamos más. Por favor.

Después de todo estamos en el inicio de temporada aun, a tres puntos de nuestro objetivo, pero con dos derrotas con rivales muy inferiores. Es hora de reflexionar desde los jugadores hasta los directivos, pasando por nosotros mismos, la afición.

Y cuando lo hagamos, seguiremos adelante, que nos queda mucho por recorrer.