jueves, 11 de diciembre de 2008

Rey de la montaña

Los Alpes, los Pirineos, el Tourmalet... Numerosas las comparaciones que se hacían con los cuatro partidos seguidos contra los rivales más fuertes de esta liga, Valencia, Barcelona, Real Madrid y Villarreal.

El Sevilla parte esta travesía quinto en la tabla y después de tres de los cuatro partidos está cuarto, empatado con el tercero y a dos puntos del segundo, el Villarreal, que es el siguiente rival.

A pesar de todo lo que se dice de mal juego, poca ambición, incremento de errores defensivos, poca preparación física y hasta ayudas arbitrales... Lo cierto es que el equipo sigue ahí.

A veces el juego es menos vistoso, a veces se sueltan y dan unos minutos de cine, a veces más cansados, a veces más frescos.

Este equipo está claro que apuesta por la variedad en todos los sentidos, pero la variedad con resultados, nada de probar por probar.

Contra el Valencia el empate sin goles no reflejó las ocasiones de uno y otro equipo, aunque si analizamos bien el partido, el Sevilla se llevó más y mejores a pesar de su juego un tanto apagado.

El resultado del partido con el Barcelona no refleja para nada lo sucedido en el campo, si bien en la segunda parte casi no se vio al equipo, en la primera se hicieron méritos suficientes para irse al descanso con ventaja o al menos con un jugador más en el campo...

El Barcelona llegó una vez y la metió, el Sevilla unas cuantas y no hubo manera. Luego en la segunda parte a la primera que tuvieron sentenciaron y se acabó todo.

Y con el Real Madrid, pues más variedad, capaces en la primera parte de hacer un intercambio de golpes espectacular con el Real Madrid y acorralarlo casi en su campo y meterle tres, para en la segunda parte pasar apuros, dejarse remontar y terminar con un gol agónico que hizo justicia en el cómputo general del encuentro.

Ahora la realidad es que ganando al Villarreal el domingo, se puede terminar el tramo de montaña en segunda posición o como poco en tercera plaza empatados.

No sé la versión de juego que tendremos en ese partido, pero lo que sé es que a pesar de tener muchos detractores, los números siguen mandando y el equipo no sale de puestos europeos desde que entró, y lo que es mejor, el objetivo a día de hoy estaría cumplido.

Si es por todas estas versiones de juego que ha tenido el equipo sí que estos partidos serían etapas de montaña con tantos altibajos de juego.

Pero los resultados hacen que este equipo a día de hoy y si se gana al Villarreal sea el rey de la montaña...

Vamos a pensar en el Sevilla y en dónde estamos a día de hoy. En la cumbre.


P.D: Disculpadme por estos días de silencio. Necesitaba reflexionar de tantas sensaciones distintas que transmite este Sevilla.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Media inglesa

Gris el partido de ayer del Sevilla frente a un equipo cerrado atrás pero al que se le debería haber ganado con mayor facilidad.

El planteamiento táctico fue el mismo que en UEFA, y de nuevo se vio la debilidad física del centro del campo. Sin sorpresas, el equipo fue lento, débil y sobre todo muy previsible en su juego.

El resultado fue una primera parte horrible en el que ni pude cantar un ¡uy! Y levantarme de mi asiento... Confirmo mi teoría de que los técnicos aun no se han enterado del problema de no tener presencia física en el medio del campo contra equipos que se encierran y muerden.

En la segunda parte cierta mejoría, Renato a su posición natural de medio centro, Navas dándo más movilidad a la media punta y más trabajo a los defensas (¿se enterarían por fin?) y Capel haciendo lo que sabe hacer, entrar por banda o en diagonales.

Mejora del juego pero terminamos como siempre, sin pulmones y sin ideas para frenar a un equipo que sin hacer nada del otro mundo estuvo a punto de llevarse un premio en forma de punto.

En resumen, se notó la vuelta de Kanouté, bendita sea su calva, se mejoró la imagen en ciertos momentos de la segunda parte y, sobre todo, nos llevamos los tres puntos. A seguir trabajando.

Como ya he dicho en alguna ocasión, creo que el pasado está para aprender pero no para revivirlo, y si algo hemos aprendido en el pasado de los tiempos difíciles es el paso a paso, la filosofía de Caparrós que nos llevó a ilusionarnos con llegar a Europa.

Y en eso es lo que tenemos que pensar ahora, tres puntos, paso a paso y a mirar al próximo partido, que cada partido es diferente y siempre se puede mejorar. Siempre pensando en ganar o ganar, sí o sí, en eso sí que cambiamos respecto al pasado.

Teniendo eso en cuenta veremos que el Sevilla ha sumado tres puntos más y ya van veinte en diez partidos, eso nos da una media de dos puntos por partido, la famosa media inglesa que suele dar títulos en condiciones normales.

No digo que el Sevilla vaya a ganar la liga, no seamos locos, pero sí digo que podemos pensar en el siguiente partido con la conciencia tranquila de los deberes hechos.

Si además vamos viendo el final al tunel de lesiones, con Kanouté, Capel, Mosquera, y pronto Acosta y Chevantón, creo que podemos pensar en que con ellos volverá la estabilidad al grupo y la variedad de opciones de juego será la clave del éxito del equipo. Como era en un principio.

Gris juego, como el cielo de Inglaterra, pero también con su famosa media... ¿recordais el abonate a soñar? Que no decaiga.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Sin aire

Partido para olvidar en la noche europea de ayer en Bélgica. Ni el frío de esos países en esta época del año nos dejó tan helados como la derrota del Sevilla en un partido desastroso.

Toda la ilusión que se tenía en este encuentro se difuminó a los pocos minutos cuando empezó a empujar el rival. La superioridad física y táctica parecía abismal, mucho más de lo que realmente debería ser, no se llegaba a ningún balón en velocidad, no se daban más de dos pases seguidos y no se conseguía abrir ningún hueco en el muro que parecía ser el contrario.

Y por la otra parte empujaban sin cesar, acorralando al Sevilla en su campo durante muchos minutos seguidos y haciéndonos jugar al pase largo para poder alejar el balón de la portería de Palop.

Cuando a un boxeador le golpean una y otra vez en la parte central del cuerpo se dice que le castigan la línea de flotación, dejándolo sin aire y haciendo más lentos y limitados sus movimientos.

Ayer el Sevilla apareció con una línea de flotación muy poco cubierta y sin pegada, por lo que los golpes que recibía una y otra vez le dejaban completamente sin aire.

Esto traducido al fútbol es un centro del campo con poco aguante, Romaric, qué desperdicio de físico, no empuja y Maresca y Renato nunca lo han hecho, ni es su trabajo. Y si a esto le sumas que sólo contábamos con un delantero, el equipo se queda a expensas de un golpe de fortuna o una genialidad desde la banda.

Cuando falta físico en el medio campo, hay que contrarrestar con pegada arriba. De lo contrario los defensas se comen al único delantero y tienen recorrido de sobra para tapar al centro del campo que, a la vez ya es superado por sus mismos centrocampistas de más físico que los nuestros. Lo que es una comilona...

Hoy en día el Sevilla puede jugar perfectamente con un sólo delantero siempre y cuando haya un pivote que fije el centro del campo, llámese Duscher o Fazio (si es que está espabilado), dándole mayor libertad a los medios como Maresca, Romaric o Renato para crear entre los dos que jueguen y enlazar con el punta.

De faltar ese pivote hay que empujar arriba con dos delanteros, aunque uno tenga 18 años y juegue en el Sevilla Juvenil, que fijando a los defensas dejen esa pelea en el medio campo en igualdad de condiciones donde la calidad o el juego por bandas sí puede hacer inclinar la balanza de nuestro lado.

Si a esto le sumas que ayer la banda izquierda tenía un Adriano al sesenta por ciento, tenemos como resultado dos tiros a puerta casi sin peligro en todo el partido. Un fiasco de planteamiento. No me gusta jugar a técnico, pero parece que a los profesionales del Sevilla tampoco, porque la falta de pegada de Valladolid no la han asumido aun.

¿Las lesiones? El equipo titular de ayer lo querría cualquier equipo de primera división. Que no haya banquillo debido a esto, es otra cosa. Pero la primera parte fue la más triste y no creo que ya estuvieran cansados.

Ayer al Sevilla lo dejaron sin aire y le ganaron por K.O.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Jornada de reflexión

Nueva derrota en liga, segunda derrota consecutiva en esta competición y tercera si contamos el encuentro copero del miércoles.

Qué mal sabe la derrota en estas circunstancias, venciendo claramente un partido con un juego rápido y contundente, como nos gusta ver al Sevilla fuera de casa. Pero de treinta minutos.

Duró lo que tardó el árbitro en expulsar a nuestra referencia arriba. Luis Fabiano le puso en bandeja la segunda tarjeta amarilla a un árbitro que cuenta sus partidos al Sevilla por expulsiones.

Se le nota en la cara, desprende odio hacia nuestro escudo, no habla nunca con nadie que lleve nuestra camiseta, no mira a los ojos a los jugadores, no tiene piedad en sacar tarjetas amarillas por todo y a todos y siempre se hace protagonista del partido influyendo en gran medida en el transcurso del mismo.

Con esto no quiero poner la excusa del árbitro para justificar la derrota. Para nada. Quiero que hagamos una reflexión sobre todos los aspectos a los que salpica esta derrota. Que son varios.

Un árbitro profesional no expulsa a un jugador por perder tiempo en una jugada en el minuto veinte y luego por tirarse en una jugada dudosa diez minutos después. Eso es ir a cazar al jugador, al equipo y a la afición.

Si Luis Fabiano se tiró sabiendo que tenía una tarjeta amarilla, hay que hablar con él y hacerle ver que así lo único que consigue es que se dude de su profesionalidad.

Personalmente pienso que a mil revoluciones, un delantero en el área cuando siente el mínimo contacto sabe que puede ser penalti y se deja caer. Así es el fútbol y así hemos hecho que sea actualmente.

Un equipo, sea con diez jugadores o con once, no puede permitirse jugar sin un delantero como referencia arriba durante una hora. No me vale decir que no había recambio porque, que yo sepa, había un chico de la cantera en el banquillo que juega en la división de plata nacional. Si está convocado es para jugar, no para darle cinco minutos al final con todo perdido.

El Sevilla ayer jugó durante mucho tiempo sin banda izquierda y sin delantero arriba, dándole por tanto más de medio campo de ventaja al rival. Es absurdo, con diez jugadores se puede presionar igual que con once. Se puede renunciar a una banda en estos casos, pero nunca a un delantero. Incompresible por parte del técnico.

Por último, este árbitro no es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que se la juega al Sevilla. El presidente tiene mucha facilidad para hablar y presumir y poner de manifiesto la grandeza del club. Pero hay un límite en el tema arbitral y hay que utilizar esas palabras para este tema también.

Y si Madrid, Barcelona y Atlético han vetado públicamente, en varias ocasiones, a algunos árbitros que curiosamente no se han vuelto a ver en sus partidos, nuestro presidente debe utilizar esa facilidad verbal para que todo el mundo sepa de qué pie cojea ese personaje vestido de árbitro. Llegando hasta donde haya que llegar, pero que no lo veamos más. Por favor.

Después de todo estamos en el inicio de temporada aun, a tres puntos de nuestro objetivo, pero con dos derrotas con rivales muy inferiores. Es hora de reflexionar desde los jugadores hasta los directivos, pasando por nosotros mismos, la afición.

Y cuando lo hagamos, seguiremos adelante, que nos queda mucho por recorrer.

jueves, 30 de octubre de 2008

Regreso al futuro

La noche de ayer nos hizo recordar aquellas eliminatorias extrañas de años atrás frente a equipos a priori inferiores en las que no sabíamos a qué jugábamos ni con quién.

Personalmente pienso que es muy difícil juzgar el juego de un equipo sin haber visionado el partido, cosa que fue imposible muy a mi pesar.

Pero también creo que sin haber visto el partido, todo equipo aspirante a estar en los puestos altos de primera división y aspirante, por qué no, a ganar algún título de los que disputa, debe ganar, en nuestro argot presidencial sí o sí, ante un equipo dos categorías por debajo y con un presupuesto mil veces inferior.

Cierto es que la grandeza del fútbol es que son once contra once y puede pasar de todo, pero ese todo a ciertos niveles tiene un límite, y el de ayer fue rebasado con creces. Así no vamos a ningún sitio.

Ese límite lo marca la planificación del partido y la actitud del equipo. Y ambas cosas ayer no estuvieron a la altura. Volvimos a vivir la noche de Isla Cristina, el día del Cádiz, incluso el susto del Denia, entre otros.

Revivimos esos años en que a lo que aspirábamos era a ver unos cuartos de final y ver si sonaba la flauta de unas semifinales si nos tocaba un equipo normalito, como el nuestro, de mitad de la tabla.

Pero eso se tiene que terminar, eso ya lo hemos vivido muchas veces, no me vale lo de ser humildes y acordarnos de los descensos a segunda, la humildad no está reñida con la superioridad física, técnica y táctica que a día de hoy posee el Sevilla sobre el rival de ayer.

Esos tiempos son pasado, y el pasado está para recordarlo, pero no para vivirlo.

Yo sólo espero que como en la película, nuestro particular "Doc" consiga arrancar nuestro DeLorean para regresar al futuro... y a la victoria.

lunes, 27 de octubre de 2008

Mala tarde

Una sensación extraña es la que ayer tuvimos en Nervión. Sensación que hacía tiempo que no se vivía, seis meses sin ir más lejos, desde aquel accidente frente al Almería.

Y lo de ayer parece que también lo fue. Un accidente en un partido que se torció desde el principio, desde que Konko notó unas molestias que le impidieron jugar a última hora el partido. Mal presagio.

Todo continuó con una jugada extraña en la que los nervios parecieron apoderarse de la defensa sevillista, por primera vez en la liga, y que hizo que hasta tres jugadores entraran a la vez a un jugador del Málaga que hábilmente dejó el balón para que un compañero totalmente desmarcado debido a la falta de defensores restantes batiera casi a placer a Palop.

Ahí se acabó el partido. La falta de físico se tradujo en falta de ideas. Unos cambios quizá precipitados y un rival totalmente replegado y casi sin interés en salir a la contra hicieron el resto.

Toda la razón le doy al entrenador cuando dice que las rotaciones no están para que jugadores que juegan se lesionen y jugadores que estaban lesionados pasen a titulares recién recuperados.

Suena a excusa, pero tarde o temprano la plaga de lesiones se debe notar en el maratón de partidos que tiene el Sevilla, es la pura verdad. Bastante hacen algunos futbolistas con aguantar los noventa minutos corriendo.

Adriano ayer no fue el del jueves, que jugó los noventa minutos, Navas aun menos, Renato igual, Luis Fabiano y Chevantón pusieron sus ganas, pero posiblemente les falte ese partido de recuperación, del que hablamos, para estar al cien por cien.

Palop no, él se lleva un record totalmente merecido y ayer, a pesar de perder la inbatibilidad, hizo un partido de grande del fútbol. Lo que es.

Ayer volvió la derrota a nuestro casillero, pero las derrotas deben servir para pisar tierra y volver a tomar impulso para saltar aun más alto si cabe. Estoy seguro que este equipo lo hará. Nunca habíamos llegado a estas alturas de la liga sin perder, y hasta los más grandes lo hacen. Mejor ahora que en las jornadas decisivas.

Como se suele decir popularmente, una mala tarde la tiene cualquiera... Hasta el mejor equipo del Mundo.

viernes, 24 de octubre de 2008

Vaya susto...

Aun me dura el susto... Llegué a mi casa casi temblando después del partido de ayer. Y no por la enésima lesión de uno de nuestros delanteros, el Laucha que venía despertando la ilusión en la afición.

El susto que tengo en el cuerpo es por la facilidad de este equipo para sacar adelante un partido, que por mucho que digan, era muy complicado de ganar por muchos factores.

El rival era un equipo con experiencia en Europa, que no marcha mal en su liga, la delantera sevillista en cuadro, la euforia de tantos partidos sin perder seguidos y el efecto Nervión en Europa que lo hace casi imbatible.

Tantos factores que podían hacer bajar la guardia... Pero no, este equipo parece que no se amilana contra nada ni contra nadie, ya puede jugar de delantero centro Navas que encuentra la manera de ganar.

Anoche desde el principio el equipo era una máquina programada para matar a su rival lo antes posible. Y así fue, en quince minutos se acabó un partido que en otras temporadas se hubiera torcido seguro.

Palop es un seguro, siempre lo fue y lo será hasta que no pueda con los guantes.

Pocas veces vi una labor defensiva tan perfecta, los centrales del Sevilla son de lo mejor de Europa, Escudé merece un brazalete de capitán, los laterales se agigantan cada partido, Navarro es la evolución humana de David Castedo, misma garra y mayor técnica.

El centro del campo es tan versátil que pueden jugar dos, tres o cuatro medios centros, da igual la combinación, todos tienen fuerza, técnica y visión de juego y su orden roza la perfección en todas las labores del juego.

Las bandas ya eran puñales y ahora son estiletes cuando se van al centro. Este sí es el verdadero Adriano.

La delantera a pesar de estar lesionado hasta Polster y Suker, como dijo el mister, sigue metiendo goles desde la enfermería, ni pensarlo quiero cuando se recuperen.

Y Renato merece una mención aparte porque es el mejor jugador del mundo. Porque yo lo digo.

Ya lo he dicho, asustado estoy... No quiero pensar como esto siga así, hasta donde puede llegar el equipo. Y lo que me asusta más es que si todo sale como es de esperar, la cosa irá a mejor, con la llegada de los lesionados y la total adaptación de los fichajes.

Permitidme el vulgarismo... Este equipo me tiene acojonado.

jueves, 23 de octubre de 2008

Olor europeo

Partido europeo, una noche más, en Nervión. Empieza lo bueno, lo que llevamos disfrutando durante cinco temporadas consecutivas y lo que ya nos parece un clásico.

Si los domingos es el día del partido de liga, las noches europeas intersemanales tienen un sabor especial que nos hace acudir quizá con una sonrisa ligéramente más acentuada que a los encuentros ligueros.

Es la hora perfecta para el bocadillo, para el refresco, para la cerveza previa en los bares cercanos al estadio con los amigos que acaban de salir del trabajo y rodeado de ese ambiente con tus colores rojos y blancos como protagonistas.

La hora del fresco en la grada, de la rebequita, en la que la bufanda sevillista te ayuda a calentarte en los minutos previos al inicio del partido más que a dar color al estadio, y en la que te gusta más pegarte a tu asiento y rodearte del calor de tus vecinos.

Equipos diferentes, unas veces clásicos de Europa y otras veces más exóticos pero a los que llevas siguiendo toda la semana para ver si conoces a alguno de sus jugadores, sus colores, su ciudad, la posición que ocupan en su liga...

Todo esto es lo que hace el fútbol europeo especial, ya sea en la Champions o en la Copa de la UEFA, estos elementos crean un ambiente diferente al resto de los partidos. Si más importante o menos importante, no lo sé, tampoco me importa ahora.

Volver a vivir ese ambientillo europeo es lo único importante en este momento y que gracias a nuestro Sevilla llevamos disfrutando cinco años seguidos y estoy seguro que muchos años más. ¿Notáis ese olor en el ambiente? Es Europa que huele a Sevilla...

lunes, 20 de octubre de 2008

Madurez a lo grande... de grande

Que el Sevilla está batiendo records, le pese a quien le pese, no lo puede discutir nadie. Que tiene una plantilla muy compensada y extensa desbordante de calidad, tampoco lo puede discutir nadie.

A pesar de todo, esto no convierte a un equipo en uno de los grandes y que pueda aspirar a las más altas cotas de triunfos. Lo que realmente te hace llegar al máximo éxito es la mentalidad ganadora y la madurez a la hora de afrontar cada partido.

Curioso es que las declaraciones de todos los equipos rivales después de jugar con el Sevilla son de no haber mostrado el juego que venían desplegando hasta ese momento. ¿Pero por qué? Porque enfrente se han encontrado con el Sevilla, así de simple.

Este equipo ha conseguido en este inicio liguero dar la sensación de equipo al que le echen a quien le echen, sabe plantar cara y achicar a su rival ocultando las posibles carencias propias. El rival no es que no sepa, es que no puede, no le dejan llegar a su ritmo de juego.

Si a esto le sumamos que los rivales se encuentran, además, con un equipo con unas ideas muy claras y una calidad inmensa, en noventa minutos, es muy complicado que no se vean superados en alguna de las acciones ofensivas que les crean.

Y esa sensación de superioridad no se consigue con dos jugadores por puesto, o con un gran esquema, o con mentalidad ganadora o con estrellas del fútbol. Se consigue con la suma de todo y de todos.

Los grandes equipos del fútbol mundial ganan muchos partidos con el escudo, con la entidad, con el peso de su masa social, por su gran madurez futbolistica, sin importarles quien pueda faltar un partido u otro. Siempre saben lo que hacer en cualquier tipo de partido.

Jugadores, técnicos, directivos, afición. Todos son los responsables de que el equipo de la sensación en muchas ocasiones de equipo invencible. Con mejor o peor juego, cuantas ligas las han ganado equipos que daban la sensación a veces de no saber jugar al fútbol... Qué ingenuos, los que no sabíamos éramos nosotros que opinábamos...

Ese es el Sevilla que se vio ayer y llevamos viendo en este arranque liguero. Un equipo que si le borras los nombres de las camisetas te da igual quien juegue y donde juegue, tiene su planteamiento y ese es el que se va a cumplir en el partido sí o sí, bonito o feo, pero es el que se va a hacer muy a pesar de su rival. Sus reglas, su juego, su victoria.

Y si tenemos en cuenta el número de bajas que había ayer, que más de un equipo hubiera llorado a moco tendido, esto es una victoria con madurez, a lo grande... y de grande.

martes, 14 de octubre de 2008

Selección... de partidos

Días de encuentros internacionales los que corren... Días de más noticias extradeportivas que de lo que es el fútbol en sí... Días de agotadores partidos clasificatorios para la fase final del Mundial 2010 entre selecciones favoritas y selecciones sin ninguna posibilidad. Días de aburrimiento futbolístico en general.

Y es que si alguien encuentra el más mínimo interés de un partido entre Gales y Liechtenstein o, sin ir más lejos, entre España y Estonia, por favor, que me lo haga saber. Porque yo lo más interesante que he encontrado es determinar la localización geográfica de algunos de los paises que juegan estos partidos, o si a Malta le volverán a caer doce en algunos de sus encuentros.

Todo esto no sería del todo malo si fueran partidos pasajeros, que pasan sin pena ni gloria, pero que son necesarios por tener que determinar los equipos que jugarán el Mundial. El problema está cuando dejan de ser pasajeros para convertirse en protagonistas en el devenir de un equipo profesional en una de las mejores ligas del mundo.

El calendario de partidos ya es lo suficientemente amplio como para tener que jugar más partidos entre jornada y jornada con las selecciones, y sobre todo, contra selecciones que por no tener nada que perder, se emplean a fondo y que en muchos casos disponen de terrenos de juego en unas condiciones lamentables y peligrosas para la práctica del fútbol.

Esto es lo que le está pasando al Sevilla Fútbol Club. Año a año hemos reforzado la plantilla con jugadores de alto nivel, unos ya eran internacionales con su selección y otros han llegado a serlo gracias a su trabajo y gran rendimiento en el equipo.

Con todo esto tenemos una plantilla con más de quince jugadores que son o han sido internacionales, y en cada convocatoria para partidos de selecciones se nos marchan no menos de diez, y llegan a jugar algún minuto al menos seis de ellos con toda seguridad. Es aquí donde está el problema.

Nos plantamos en la jornada séptima de liga, primera de la fase de grupos UEFA y dieciseisavos de final de la Copa de S.M. el Rey, con diez lesionados sobre una plantilla de veinticinco. Y la mayoría de ellos en los puestos de ataque. De los cuatro delanteros, tres son baja segura para un par de semanas mínimo. Y los tres, lesionados con sus selecciones.

Para que nos hagamos una idea, diremos que el Sevilla tiene que afrontar la primera fase seria de la temporada sin casi la mitad de sus efectivos. Una fase donde se juega gran parte de su presupuesto en sus compromisos de UEFA y Copa del Rey y el poder seguir ganando moral en liga para pelear por el objetivo de la Champions.

Un equipo hecho desde el mes de julio, con una pretemporada planificada para tres competiciones, se rompe por culpa de unos partidos internacionales de nivel medio tirando a bajo. Que tan sólo consiguen romper el ritmo de los jugadores en pleno inicio de temporada con viajes interminables y en consecuencia, falta de entrenamiento físico traducido en lesiones musculares.

Y aun peor, ¿quién paga la ficha millonaria de Koné, de Kanouté o de Chevantón que no pueden jugar con el equipo que les da de comer por haberse lesionado jugando fuera de él? Pues el Sevilla.

Ahora dice la FIFA que sólo cubre los gastos de los lesionados en partidos de fases finales de torneos oficiales. Pero los equipos, en cambio, tienen el compromiso (forzado) de ceder a sus jugadores para todos los encuentros. Sin seguro, sin garantías y sin cubrir costes en general.

En mi pueblo, eso se llama seleccionar unos partidos sí y otros no. Y yo le diría a la FIFA, si se trata de seleccionar, que a las fases previas y a los amistosos vaya a jugar el primo de Kanouté, que se parece al jugador lo mismo que un partido de estos a un partido internacional de fútbol...

lunes, 6 de octubre de 2008

Equipo

Equipo, esa es la palabra que define perfectamente el partido realizado por el Sevilla en la tarde de ayer.

Auténtico día de fútbol, como la de los grandes días. El horario clásico, por fin, domingo cinco de la tarde, tiempo espléndido, dos clásicos del fútbol español, dos entrenadores de la casa muy especiales para el sevillismo y un auténtico partidazo. Todo salió redondo.

El Sevilla saltó al campo con la lección perfectamente aprendida, el abecedario del fútbol, jugar en equipo. Todos eran importantes, el portero, fabuloso en todas sus intervenciones, la defensa, contundente y perefcta en el marcaje, el centro del campo, impresionante despliegue de juego y calidad, las bandas, auténticos puñales, y la delantera, pegada y esquisitez.

Este equipo aburre al rival, presiona, ataca, se despliega y vuelve a presionar, y todo ello con unos recursos casi igual de numerosos que su plantilla, puede hacerlo bonito, puede hacerlo práctico, puede hacerlo poco vistoso, pero siempre lo hace. Es lo que se dice una máquina programada para un objetivo. Y todo ello por encima de los nombres, primando ante todo el equipo.

Se habla del partidazo de Navas, de Renato, de Romaric... Pero el partidazo fue del equipo. Absolutamente nadie desentonó en el partido de ayer. Hasta los suplentes hicieron olvidar a los titulares. Quién iba a pensar que Chevantón llevara más goles que Luis Fabiano. Pero es lo de menos porque siempre gana el mismo, el equipo.

Después de esto, todo el mundo se pregunta hasta dónde puede llegar este equipo de récord, pero como nos enseñó el ayer aclamado Joaquín Caparrós, todo tiene que ir paso a paso, igual que paso a paso saca adelante cada partido este equipo con su juego cuadriculado.

La Real Academia define equipo como: "Grupo de personas organizado para un servicio determinado"; y vaya si lo es este Sevilla...

lunes, 29 de septiembre de 2008

El mejor arranque

Hace una semana, amanecíamos con unas portadas de periódicos y unos artículos realmente duros y agresivos con el Sevilla.

Parecía que la revolución de Jiménez en la alineación del derbi y la desesperación del rival sin encontrar fruto a pesar de las "bajas", hicieron enloquecer a la opinión mediática de la ciudad; "falta de respeto", "ataque de entrenadoritis" y otras frases en contra del once que saltó al terreno de juego, se publicaban en los diarios locales después que, una vez más, el Sevilla saliera invicto de un derbi en campo rival. Un punto y sumando.

Tal vez esto fue lo que más le dolió a algunos, esa suficiencia sevillista que sin alardes nunca vio peligrar el partido a pesar de las ráfagas en contra en algunos momentos de éste que, con justicia, se podría haber llevado el Sevilla si el árbitro hubiera pitado un clamoroso penalti en la segunda parte.

Tres días más tarde, en Nervión, se vence al Español con total solvencia y manteniendo por segundo partido consecutivo la portería a cero a pesar de las críticas a la defensa también vertidas en los medios locales después del partido con el Sporting.

Aun así, los titulares fueron tales como: "Victoria sin brillo", "Juego gris, 3 puntos de oro" y otras flechas envenenadas hacia el juego sevillista y hacia su entrenador.

Quizá algunos se frotaban las manos ante la visita al Vicente Calderón, después de haber comentado el "bajo" nivel de los rivales a los que hasta ahora se había enfrentado el Sevilla, como tratando de desmerecer la imbatibilidad del equipo.

Nada más lejos de la realidad, el Sevilla ayer mismo, logra aburrir al equipo de moda, destroza toda su zona de creación y el partido se hace monótono, posesión sin sentido del Atlético y contragolpes del Sevilla tratando de apuntillar, con merecimiento, el solitario gol genial de Luis Fabiano. A pesar de no conseguir la tranquilidad en el marcador, ésta era total cuando el equipo madrileño pasaba del medio campo, pues no llegaba jamás a ningún sitio. Portería a cero por tercera jornada consecutiva y gran victoria bien merecida.

Después de esto tenemos un equipo cuarto, a dos puntos del líder, por encima de Barcelona y Atlético de Madrid e imbatido después de cinco jornadas de liga. Ahora si se le gana al Athletic de Caparrós se firmará el mejor arranque liguero de la historia...

Cuando hace siete días estábamos en crisis... ¿Crisis? ¿Qué crisis?

Bienvenida

Saludo a todos los miembros de la familia roja y blanca, aquella del Sánchez-Pizjuán...

Este va a ser vuestro blog, el de todos los sevillistas de corazón. Esos que no se dejan llevar por nada ni por nadie y que sólo quieren ver un Sevilla grande.

Desde aquí trataré de hablar de toda la actualidad del equipo de nuestra vida, ese que nos quita el sueño algunas noches y nos hace dormir a pierna suelta otras.

Como siempre, esta será una humilde opinión de un aficionado, que unos compartirán y otros no, pero espero que todos logremos entendernos y podamos crear una buena tertulia siempre en rojo y blanco.

Os saluda, un sevillista como vosotros.

¿Se puede ser de otro equipo?